El Cáncer de Huesos, Sus Tipos y Prevención

0 Comments
cancer-oseo

En este artículo nos ocuparemos de conocer sobre el cáncer de huesos, sus tipos y prevención, ya que cualquier enfermedad maligna reviste una gran importancia debido a su peligrosidad.

Los tumores de huesos

Contenidos

Existen clases diferentes de tumores que pueden crecer en los huesos:

1 Tumores primarios de hueso.

Estos se forman a partir de tejido óseo y pueden ser malignos (cancerosos) o benignos (no cancerosos).

2 Tumores metastáticos.

Son los tumores que se forman de células cancerosas que crecieron en otras partes del cuerpo y que después se extendieron a los huesos).

Tumores primarios benignos y malignos

En realidad, los tumores malignos primarios de hueso, o cánceres primarios de hueso, son menos frecuentes que los tumores primarios benignos de hueso.

Los dos tipos de tumores primarios de hueso pueden crecer y comprimir el tejido óseo sano.

Sin embargo, por lo general, los tumores benignos no suelen diseminarse o destruir el tejido óseo y es muy raro que sean una amenaza para la vida.

Sarcomas

Los tumores primarios de hueso se incluyen dentro de una categoría más amplia de cánceres llamados sarcomas.

Existen los sarcomas de tejido blando y son los que comienzan en el músculo, la grasa, el tejido fibroso, los vasos sanguíneos o en otro tejido de soporte del cuerpo, incluyendo el sarcoma sinovial.

El cáncer primario de hueso suele ser raro.

Este cáncer representa bastante menos del uno por ciento de todos los cánceres nuevos diagnosticados.

Cáncer metastásico

Un cáncer que tiene metástasis es el que se disemina a los huesos de otras partes del cuerpo y se llama metastático o cáncer secundario de hueso.

Este cáncer secundario se relaciona por el órgano o tejido en el cual comenzó, por ejemplo, como el cáncer de seno que se ha metastatizado al hueso.

En los adultos, los tumores cancerosos que han tenido metástasis a los huesos son mucho más comunes que el cáncer primario de hueso.

Si bien la mayoría de los tipos de cáncer pueden diseminarse a los huesos, la metástasis ósea es particularmente probable con ciertos tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de seno y el cáncer de próstata.

Los tumores metastáticos en los huesos pueden ser causantes de fracturas, dolor y concentraciones anormalmente elevadas de calcio en la sangre, una afección llamada hipercalcemia.

Tipos de cáncer primario de huesos

Los diferentes tipos de cáncer primario de huesos son definidos por las células en el hueso que les da lugar.

1 Osteosarcoma

El osteosarcoma surge de células que forman huesos llamadas osteoblastos en tejido osteoide.

El tejido osteoide es un tejido óseo inmaduro.

Este tipo de tumor aparece por lo general en el brazo cerca del hombro y en la pierna cerca de la rodilla en niños, adolescentes y adultos jóvenes.

No obstante, su aparición puede ocurrir en cualquier hueso, en especial en los adultos mayores.

Con frecuencia suele crecer rápidamente y se disemina a otras partes del cuerpo, incluyendo a los pulmones.

Es mayor el riesgo de osteosarcoma entre los niños y adolescentes de entre 10 a 19 años.

Los varones tienen más probabilidad de presentar osteosarcomas que las mujeres.

En cuanto a los niños, el osteosarcoma es más frecuente en los de raza negra y en otros grupos raciales o étnicos que en los blancos.

Pero, entre los adultos, resulta más común que se presente en los blancos que en otros grupos raciales o étnicos.

Las personas que padecen la enfermedad de Paget, una afección benigna de los huesos que se caracteriza por la formación anormal de células óseas nuevas, o antecedentes de radiación a sus huesos tienen un mayor riesgo de presentar osteosarcoma.

2 Condrosarcoma

El condrosarcoma empieza en el tejido cartilaginoso.

El cartílago viene a ser un tipo de tejido conjuntivo que cubre los extremos de los huesos y recubre las articulaciones.

El condrosarcoma suele formarse con más frecuencia en la pelvis, la parte superior de la pierna y el hombro.

Por lo regular crece lentamente, aunque en ocasiones puede crecer rápidamente y extenderse a otras partes del cuerpo.

El condrosarcoma se presenta generalmente en los adultos de más edad o mayores de 40 años.

Lo común es que el riesgo aumente con la edad avanzada.

Existe un tipo raro de condrosarcoma llamado condrosarcoma extraesquelético que no se forma en el cartílago de los huesos.

En lugar de eso, se forma en los tejidos blandos de la parte superior de los brazos y las piernas.

3 Cordoma

El cordoma es un tumor sumamente raro que se desarrolla en los huesos de la columna vertebral.

Estos tumores por lo general aparecen en adultos mayores.

De manera frecuente se forman en la base de la columna vertebral, en el sacro, y en la base del cráneo.

El cordoma se presenta en los hombres casi dos veces más que en las mujeres.

Cuando aparecen en jóvenes y niños, generalmente se ubican en la base del cráneo y de la columna cervical en el cuello.

4 Sarcoma de Ewing

El sarcoma de Ewing suele surgir generalmente en el hueso.

Aunque, en raras ocasiones, puede también aparecer en tejido blando como músculo, grasa, tejido fibroso, vasos sanguíneos o en otro tejido de soporte.

El sarcoma de Ewing acostumbra formarse en la pelvis, las piernas o las costillas, pero también puede formarse en cualquier otro hueso.

Frecuentemente crece rápidamente y suele disemina a otras partes del cuerpo, incluyendo a los pulmones.

El riesgo de desarrollar un sarcoma de Ewing es mayor en niños y adolescentes menores de 19 años.

Los niños tienen más riesgo de padecer sarcoma de Ewing que las niñas.

El sarcoma de Ewing se presenta con más frecuencia en individuos blancos que en los de raza negra y asiática.

Tumores benignos de los huesos

Algunos tipos de tumoraciones óseas benignas pueden, en raras ocasiones, convertirse en malignas y diseminarse a otras partes del cuerpo.

Estas incluyen el osteoclastoma, que es un tumor de células gigantes de hueso y el osteoblastoma.

Los tumores de células gigantes de los huesos se desarrollan comúnmente en los extremos de los huesos largos de los brazos y las piernas, a menudo cerca de la articulación de la rodilla.

Estos tumores, que suelen presentarse en adultos jóvenes y de mediana edad, pueden ser agresivos localmente, ocasionando la destrucción del hueso.

En muy pocos casos, pueden diseminarse o hacer metástasis, por lo regular a los pulmones.

El proceso consiste en que el osteoblastoma remplaza al tejido óseo duro normal con una forma más débil que se llama osteoide.

Este tumor aparece comúnmenet principalmente en la columna.

Por naturaleza es de crecimiento lento y afecta a adultos jóvenes y de mediana edad.

Han sido reportados casos raros de este tumor que se vuelve maligno.

Causas posibles del cáncer de hueso

Si bien el cáncer primario de hueso no tiene una causa claramente establecida, los investigadores han logrado identificar algunos factores que incrementan la probabilidad de que ocurran estos tumores.

• Tratamiento previo de cáncer mediante radiación, quimioterapia o trasplante de células madre.

El osteosarcoma suele desarrollarse con mayor frecuencia en personas que han recibido altas dosis de radioterapia externa, en especial en el lugar del cuerpo donde se aplicó la radiación.

Así como también en quienes recibieron tratamiento con ciertos fármacos contra el cáncer, especialmente sustancias alquilantes.

Aquellas personas que fueron tratadas en la infancia tienen un riesgo especial.

Por otra parte, el osteosarcoma se presenta en un pequeño porcentaje, alrededor de un 5 por ciento, de los niños que fueron sometidos a un trasplante mieloablativo de células madre hematopoyéticas.

Sustancias alquilantes

Los agentes alquilantes son fármacos administrados habitualmente en quimioterapia.

Provocan la inactividad de la molécula de ADN y, como consecuencia, bloquean la división celular.

Se utilizan para tratar diversos tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de pulmón, el cáncer de mama o la leucemia, entre otros.

• Algunas circunstancias hereditarias.

Un reducido número de cánceres de hueso está causado por circunstancias hereditarias.

Es así que los niños que han sufridoo retinoblastoma hereditario, un cáncer poco frecuente de los ojos, tienen un riesgo mayor de presentar osteosarcoma, sobre todo si son tratados con radiación.

Los individuos pertenecientes a familias con síndrome de Li-Fraumeni cargan con un riesgo mayor de osteosarcoma y de condrosarcoma, además de otros tipos de cáncer.

También, las personas que manifiestan defectos hereditarios de los huesos tienen un mayor riesgo de por vida de presentar condrosarcomas.

El cordoma infantil está relacionado a esclerosis tuberosa compleja.

La esclerosis tuberosa compleja es un trastorno genético en el que se forman tumores benignos en los riñones, el cerebro, los ojos, el corazón, los pulmones y la piel.

El sarcoma de Ewing no está fuertemente asociado con ningúno de los síndromes de cáncer hereditarios o enfermedades congénitas de la infancia.

Sin embargo, la evidencia acumulada sugiere un fuerte componente genético hereditario del riesgo de sarcoma de Ewing.

• Afecciones óseas benignas.

Aquellas personas mayores de 40 años que tienen la enfermedad ósea de Paget, una afección benigna que se caracteriza por la formación anormal de células óseas nuevas, tienen mayores probabilidades de presentar osteosarcoma.

Síntomas del cáncer de hueso

El dolor es el síntoma más común de cáncer de hueso, pero no todos los cánceres de hueso ocasionan dolor.

Un dolor inusual o persistente o hinchazón en un hueso o cerca de él pueden ser provocados por cáncer o por otras afecciones.

Otros síntomas de cáncer de hueso incluyen:

  • Un bulto, que puede sentirse suave y cálido, en los brazos, las piernas, el pecho o la pelvis.
  • Fiebre inexplicable.
  • Un hueso que se rompe sin razón conocida.

Resulta necesario e importante ver a un médico para determinar la causa de cualquier síntoma en los huesos.

Diagnóstico de cáncer de hueso

Para empezar a diagnosticar el cáncer de hueso, el médico pregunta acerca de los antecedentes médicos familiares y personales del paciente.

Adicionalmente, lleva a cabo el indispensable examen físico.

También puede ordenar otros exámenes de laboratorio y de diagnóstico.

Estos exámenes pueden ser los siguientes:

• Rayos X

Sirven para mostrar el sitio, tamaño y forma de un tumor óseo.

Si en los rayos X se ve un área anormal que puede ser cancerosa, es probable que el médico indique pruebas especiales de imágenes.

Del mismo modo, si los rayos X sugieren que un área anormal es benigna, el médico puede querer hacer más pruebas, sobre todo si el paciente está experimentando dolor inusual o persistente.

Estas pruebas pueden consistir en:

a) Gammagrafía ósea.

Es una prueba en la que una pequeña cantidad de material radiactivo se inyecta en un vaso sanguíneo y viaja por el torrente sanguíneo; se acumula en los huesos para faciliatr ser detectado por un escáner.

b) Tomografía computarizada.

Llamada TC o exploración de TAC.

Consiste en una serie de imágenes detalladas de áreas internas del cuerpo, tomadas desde ángulos diferentes, que son creadas por una computadora conectada a una máquina de rayos X.

c) Procedimiento de imágenes de resonancia magnetica, RM.

Utiliza un poderoso imán vinculado a una computadora para crear imágenes detalladas de áreas del interior del cuerpo sin utilizar rayos X.

d) Tomografía por emisión de positrones, PET.

Se usa una cantidad pequeña de glucosa radiactiva inyectada en una vena.

Un escáner toma imágenes detalladas computarizadas de áreas internas del cuerpo en donde se usa la glucosa.

Debido a que las células cancerosas con frecuencia usan más glucosa que las células normales, las imágenes se pueden usar para encontrar células cancerosas en el cuerpo.

e) Angiograma.

Es una radiografía de los vasos sanguíneos.

• Biopsia.

Consiste en la extracción de muestra de tejido de un tumor óseo para determinar si hay cáncer presente.

El cirujano puede realizar una biopsia de aguja, una biopsia excisional, o una biopsia incisional.

Para la biopsia de aguja, el cirujano hace una pequeña perforación en el hueso y extrae una muestra de tejido del tumor con un instrumento como aguja.

En la biopsia excisional, el cirujano extirpa todo el tumor o área sospechosa para el diagnóstico.

En una biopsia por incisión, el cirujano hace un corte en el tumor y extrae una muestra de tejido.

Las biopsias las efectúa mejor un oncólogo ortopeda que es un médico experimentado en el tratamiento de cáncer de hueso, ya que la colocación de la incisión de la biopsia puede influir en las opciones quirúrgicas posteriores.

Un patólogo, médico que identifica enfermedades al estudiar las células y tejidos al microscopio, examina el tejido para determinar si es canceroso.

• Análisis de sangre

Se usa para determinar la concentración de dos enzimas llamadas fosfatasa alcalina y deshidrogenasa láctica.

Cantidades grandes de estas enzimas pueden estar presentes en la sangre de personas con osteosarcoma o con sarcoma de Ewing.

Las concentraciones sanguíneas altas de fosfatasa alcalina ocurren cuando las células que forman el tejido óseo están muy activas, por ejemplo, cuando los niños están creciendo, o un hueso fracturado se está curando o cuando una enfermedad o un tumor causa la producción anormal de tejido óseo.

Debido a que las concentraciones altas de fosfatasa alcalina son normales en niños y adolescentes en crecimiento, esta prueba no es un indicador confiable de cáncer de hueso en pacientes de estas edades.

Tratamiento del cáncer primario de hueso

Las opciones de tratamiento dependen del tipo, tamaño, sitio y estadio o etapa del cáncer, así como también de la edad y salud en general de la persona.

Las opciones de tratamiento para cáncer de hueso abarcan cirugía, quimioterapia, radioterapia, criocirugía y terapia dirigida.

• La cirugía:

Es el tratamiento habitual para el cáncer de hueso.

El cirujano suele extirpar todo el tumor con márgenes negativos.

Eso quiere decir que no hay células cancerosas en el borde del tejido extirpado durante la cirugía.

El cirujano puede también usar técnicas quirúrgicas especiales a fin de minimizar la cantidad de tejido sano extraído junto con el tumor.

Los avances significativos en las técnicas quirúrgicas y tratamiento preoperatorio de tumores han hecho posible que la mayoría de los pacientes con cáncer de hueso en un brazo o en una pierna eviten procedimientos quirúrgicos radicales consistentes en la eliminación de toda una extremidad.

Aún así, la mayoría de los pacientes sometidos a cirugía para salvar la extremidad requieren cirugía reconstructiva para recuperar la función de la extremidad.

• La quimioterapia:

Es el uso de fármacos para destruir las células cancerosas.

Los pacientes que tienen sarcoma de Ewing de diagnóstico reciente y recurrente u osteosarcoma de diagnóstico reciente, por lo general reciben una combinación de fármacos anticancerosos antes de someterse a la cirugía.

La quimioterapia usualmente no se utiliza para tratar el condrosarcoma o el cordoma.

• La radioterapia:

También es conocida como terapia de radiación.

Comprende el uso de rayos X de alta energía con el objetivo de destruir las células cancerosas.

Este tratamiento puede utilizarse en combinación con cirugía.

Además puede usarse con otros tratamientos para osteosarcoma, condrosarcoma y cordoma, en especial cuando queda una pequeña cantidad de cáncer posterior a la cirugía.

La radioterapia también es posible que se utilice en pacientes que no tendrán cirugía.

Existe una sustancia radiactiva que se acumula en el hueso, llamada samario y es una forma interna de radioterapia.

El samario puede usarse solo o con trasplante de células madre para tratar el osteosarcoma que ha regresado después de tratamiento en un hueso diferente.

• La criocirugía:

Consiste en el uso de nitrógeno líquido para congelar y destruir células.

Esta técnica puede usarse en ciertas ocasiones en vez de cirugía convencional para destruir tumores en el hueso.

• La terapia dirigida:

Viene a ser el uso de un fármaco diseñado para interactuar con una molécula específica implicada en el crecimiento y diseminación de células cancerosas.

El anticuerpo monoclonal denosumab es una terapia dirigida aprobada para tratar a adultos y adolescentes maduros esqueléticamente con tumores de células gigantes de hueso que no se pueden extirpar con cirugía.

Impide la destrucción de hueso causada por un tipo de célula ósea llamada osteoclasto.

Efectos secundarios del tratamiento de cáncer de hueso

Las personas sometidas a tratamiento para cáncer de hueso tienen una probabilidad más alta de padecer efectos tardíos del tratamiento conforme vayan envejeciendo.

Estos efectos tardíos van a depender del tipo de tratamiento y de la edad del paciente durante el tratamiento.

Incluyen problemas físicos que involucran el corazón, los pulmones, los oídos, la fecundidad y los huesos.

También problemas neurológicos, y segundos cánceres como leucemia mieloide aguda, síndromes mielodisplásicos y sarcoma inducido por radiación.

El tratamiento de tumores óseos con criocirugía puede causar la destrucción de tejido óseo cercano y dar como resultado fracturas; no obstante, estos efectos pueden no verse por algún tiempo después del tratamiento inicial.

El cáncer de hueso en algunas ocasiones hace metástasis, sobre todo en los pulmones.

Asimismo, puede regresar, es decir tener recidiva, ya sea al mismo sitio o a otros huesos del cuerpo.

Las personas que hayan pasado por un cáncer de hueso deberán ver a su médico con regularidad y reportar inmediatamente cualquier síntoma inusual.

El seguimiento suele variar según los tipos y estadios o etapas diferentes de cáncer de hueso.

Por lo regular, los pacientes se hacen examinar frecuentemente por el médico y tienen análisis de sangre y rayos x periódicos.

Los cuidados de seguimiento regulares aseguran que los cambios en la salud se descubren y que los problemas se tratan tan pronto como sea posible.

Prevención del cáncer de huesos

En la actualidad no hay cómo prevenir el cáncer de huesos.

Esto se debe a que este tipo de cáncer, llamado osteosarcoma, y tumores de huesos corresponden a una aparición esporádica.

El cáncer de huesos no tiene relación con los factores de riesgo conocidos.

En este caso solamente queda evitar ciertos factores de riesgo que no son tan directos.

En resumen

El cáncer de hueso se divide básicamente de acuerdo a su origen en primario y metastásicos.

El de origen primario, que aparece por sí solo sin que haya diseminación desde otra parte del cuerpo, no es tan frecuente.

El de tipo metastásico es mucho más frecuente que el anterior, ya que varios tipos comunes de cáncer suelen hacer metástasis a los huesos.

Para tratar el cáncer se cuenta con algunos procedimientos que se usarán de acuerdo a cada caso: cirugía, radioterapia, quimioterapia, crioterapia.

La prevención por sí misma casi no es posible, sólo queda tener en cuenta los factores de riesgo que podrían propiciar la aparición de cáncer óseo y acudir oportunamente al médico ante cualquier síntoma anormal.

Este artículo tiene carácter solamente informativo. Ante cualquier síntoma de enfermedad se debe consultar con el médico.

Related Post